viernes, 31 de julio de 2015

La proyección del valor social que muestran de las personas en estos años nos conlleva a tener una perspectiva distinta de quienes están a nuestro alrededor.

Una de las cosas que no entiendo en estos últimos tiempos es:¿Porque sobre valoran a las personas por su apariencia física, su posición económica o su modo de vestir? ¿Acaso no se dan cuenta de su verdadero potencial mental que tiene y no lo han desarrollado tanto como aquella persona talentosa que ha llegado al éxito?.

Un ejemplo muy práctico que observo muy a menudo es en las discotecas los fines de semana, tanto hombres como mujeres salen a los antros a divertirse para bailar, beber algún tipo de licor y una que otra persona por ahí sale con la mentalidad de que con suerte se ligue alguien esa noche. Las mujeres, bellas todas, demoran aproximadamente cerca de dos horas en cuidas su higiene, definir si esa noche salen con vestido o con pantalón y en escoger los zapatos que van a combinarlo (regularmente la chica decidida elige primero los zapatos y por descarte termina eligiendo la prenda que va llevar) al final que termnian con ese delirio entre con que vestido combina mejor los zapatos o al revés con que zapatos combina mejor el vestido queda como resultado una femme fatale completamente hermosa y alegre en toda su magnitud.

Me encanta mirar el cortejo que realiza todos los hombres, tenemos el torpe ciudadano común de a pie que se intimida ante una bella chica para invitarla a bailar o acercase a conocerla, el seudo-macho alfa que bien por conseguir miradas producto del gimnasio se cree el muy guapo sin embargo lo considero algo retardado porque piensa que va ligar más rápido por se el jefe de los pollitos; no hay que olvidarnos de ese tío frustrado que tiene la mentalidad de ser la ultima CocaCola en el desierto con la mentalidad de escasez tratando de ligar a todo lo que tiene a su alrededor quizás por tener una posición económica acaudalada o por mentir mucho, al final cuando se cruza con una mujer alfa, aquella que la defino por alguien que tiene la personalidad muy por encima del ciudadano promedio, con el ego inflado por haber logrado con coraje todo lo que tiene, termina mando a rodar con una par de frases capciosas a ese insignificante CocaCola; por ultimo y no menos importante tenemos a mi compañero favorito el seductor natural, ese hombre que va por ella sin importar si liga esa noche, el anda enfocado en su mundo sin ser el centro de la atracción por tener la habilidad de cortejo más desarrollada que el resto de hombres mencionados anteriormente, el hecho de habar tenido una niñez u/o adolescencia rodeado de mujeres y con noviecillas ha creado en él una habilidad muy sutil, carismático y elegante que va directo sin mucho chamullo con sus intensiones por aquello que sea con esa chica, sin importarle el rechazo que pueda recibir; el tan solo hecho de concordar sus pensamientos, palabras y ademanes, hacen de su cortejo un juego mental.

Por el otro lado del contexto podemos apreciar el elevado valor social que particularmente proyectan las mujeres, esa delicada combinación de chica divertida, hermosa, sencilla, femenina, sutil y educada, hace que se vea una mujer imponente casi imposible de alcanzar para el ciudadano promedio de a pie, el papá de los pollitos y la pobre CocaCola, pues si bien hay un dicho que las mujeres con un elevado valor social son en promedio las menos abordadas de la noche, por lo general en la mente del hombre común intimidan con frecuencia por mandar rechazo tras rechazo sin embargo yo considero que muchos comenten su error desde el inicio del abordaje y dentro de la interacción no saben gestionar algunas pruebas que inconscientemente ellas suelen mandar con el fin de probar sin además de ser un hombre que se desmarca del resto.

El elevado valor social no es más que una imagen que tenemos al respecto de una experiencia adquirida o que hayamos aprendido en algún momento de la vida. Un fuerte abrazo y un saludo de parte de su amigo.
Alonso Ferreyros

sábado, 25 de julio de 2015

La moda masculina y femenina en el Perú ha sido objeto de mucha guachafería

No hay nada más atractivo en una persona que sea congruente con sus emociones, pensamientos y actitudes. Esto se puede demostrar a través de un lenguaje corporal sobrio, un lenguaje verbal no sofisticado sin embargo con coherencia en sus expresiones o al menos ser relevante con las palabras.

La vanguardia de la moda masculina y femenina en el Perú ha sido objeto de mucha guachafería producto de estos realitys shows, conductores de televisión, futbolistas trogloditas, antiquísimos friquis seguidores de modas que poco o nada saben de vestimenta e indumentarias; la expresión de una persona va más allá de como se piensa , el saber vestir bien es expresar tus emociones y/o sentimientos con tu ropa, si caer en el típico error de mezclar colores fríos con colores cálidos, el mejor secreto al momento de vestir esta en la sencillez de los colores básicos, que a su vez brindan una bonita elegancia sin atenuar en la ridícula y tonta expresión: "Es hermoso y a la vez esta de moda porque la otra noche lo mire en un cierta famosa que salio en la televisión o en las redes sociales".

Siempre que camino por la calle y he visto a una persona bien vestida a sido digna de felicitarla por su buen gusto a la moda, recuerdo que hace pocos días, una chica lleva puesta una blusa manga larga Ralph Lauren de color azul marino, unos pantalones blancos y unos mocasines marrones, me quede admirándola al verla caminar por mi costado, quedándome aplaudiendo como tonto; mientras que horas después en el sitio más exclusivo de esta ciudad una hermosa reina de belleza, toda insegura, quiso que le diera consejos de como llevar un vestido vanguardista para ser la envidia de su bellas compañeras (mejor no les cuento lo que respondí). Muy pocos veces por no decir casi nunca he visto a un publico masculino bien producido con su ropa, lo más seguro es que sus amigos o las personas por la calle le digan que es "maricón" por tener un buen gusto para vestir y resaltarse ante esa sociedad mediocre que lo único que sabe es criticar mas no enmendar sus errores.

Finalmente el autoestima no denota el arte de vestir pues para gustos y colores se han escrito mucho los autores.

Un abrazo y un fuerte abrazo de su amigo.

Alonso Ferreyros